El clima no es una característica constante. Un día está lloviendo y sopla el viento, al día siguiente el cielo es azul y el sol brilla. Esto hace que las temperaturas suban y bajen de manera impredecible. Esto también ocurre dentro de un edificio. Un buen sistema de ventilación garantiza que la temperatura del aire fresco suministrado por el exterior coincida con la temperatura del aire interior. Ya sea que esté trabajando en la oficina, sentado y leyendo un libro en casa o asistiendo a cursos en la escuela, el entorno en el que se encuentra determina el efecto que las diferentes temperaturas pueden tener en su bienestar mental y físico general. La temperatura define cuanto caliente o frío está algo y se puede medir en grados Fahrenheit (° F) o Celsius (° C). La temperatura del aire es una temperatura, que excluye la sensación térmica o la humedad, dado que éstas pueden hacer que la temperatura se sienta más fría o más cálida.

Lo que es más importante para nuestra sensación de confort en los ambientes cerrados es la temperatura ambienteque nos rodea, es decir, la temperatura promedia dentro de una habitación. A menudo se conoce como la temperatura en la que la mayoría de las personas se sienten cómodas en el ambiente cerrado, ni demasiado caliente ni demasiado fría. Esta temperatura puede variar de persona a persona, pero generalmente se encuentra en el rango de 21 ° C a 25 ° C. Este rango se conoce generalmente como la zona de confort térmico.

Cuando los niveles de temperatura ambiente están demasiado altos, inmediatamente sentimos el impacto, que esto tiene en nuestros cuerpos. Nuestra piel es fría y humeda y nos cansamos. Sin embargo, bajar demasiado la temperatura también puede tener un efecto adverso en nuestra mente y cuerpo. Nuestro nivel de concentración disminuye y lo único que queremos es calentarnos. Con temperaturas entre 18 ° C y 20 ° C ya el ambiente se siente un poco más fresco. Esto se llama la zona de inclinación. Puede sentirse desagradable pero no es insalubre. La mayoría de las personas pueden adaptarse bien a esta temperatura. El frío crea un ligero estímulo de estrés. Eso le hace un poco más atento, permitiéndole trabajar más concentrado. Aún así, es una cuestión de dosificación. El efecto de un enfoque nítido desaparecerá si estás en el frío durante demasiado tiempo. Entonces la incomodidad se hace cargo y será más difícil concentrarse. También es importante tener cuidado con las personas con enfermedades cardiovasculares y con las personas de mucha edad. El frío aumenta la presión arterial y la presión sobre el corazón, lo que puede ser peligroso. Las temperaturas entre 15 ° C y 17 ° C son aceptables solo por un período corto o cuando se realiza una tarea pesada, pero no cuando se está quedado sentado. La exposición a largo plazo a temperaturas ambientes inferiores a 15 ° C tiene efectos negativos sobre nuestra salud.

Se puede concluir que, dado que la percepción de la temperatura difiere de persona a persona, es importante prestar atención a esto al ventilar un ambiente cerrado. Se debe crear una sensación general de bienestar para todos.

Para entenderse completamente este término, se debe explicar la diferencia entre humedad absoluta y relativa. El agua puede existir como líquido, sólido (hielo) o gas (vapor de agua). El vapor de agua aumenta principalmente en la atmósfera a través de la evaporación. El agua líquida se evapora de los océanos, lagos, ríos, plantas, el suelo y la lluvia caída. El vapor de agua o la humedad pueden estar presentes en el aire. Los vientos en la atmósfera transportan el vapor de agua de un lugar a otro.

La humedad absoluta (expresada como gramos de humedad por metro cúbico de aire) es una medida de la cantidad real de vapor de agua en el aire, independientemente de la temperatura del aire. Cuanto mayor sea la cantidad de vapor de agua, mayor será la humedad absoluta. La humedad específica se refiere al peso del vapor de agua contenido en una unidad de peso de aire (expresado en gramos de vapor de agua por kilogramo de aire). La humedad absoluta y específica son bastante similares en concepto.

La humedad relativa (HR) (expresada como porcentaje) también mide el vapor de agua, pero en relación con la temperatura del aire. En pocas palabras, la humedad relativa indica el contenido real de agua en el aire como un porcentaje de la cantidad máxima, que podría contener a su temperatura actual. El aire caliente puede poseer más humedad del agua que el aire frío, por lo cual con la misma cantidad de humedad absoluta / específica, la humedad relativa del aire frío sería mucho mayor que la del aire caliente.

Desde el punto de vista de la salud y seguridad en el lugar de trabajo, es necesario mantener niveles adecuados de temperatura y humedad relativa para mantener la salud, la comodidad y la productividad de los empleados. Un nivel de humedad relativa deficiente, que resulta en aire seco, puede provocar piel seca, picazón en los ojos e irritación de las fosas nasales. Esto puede causar sangrado de nariz o picazón de garganta, así como puede agravar los síntomas del resfriado común y algunas enfermedades respiratorias. Además, aumenta la electricidad estática, que Usted siente en la ropa, el cabello, los muebles, las alfombras y las moquetas. Los altos niveles de humedad relativa pueden provocar la formación de condensación en ventanas, paredes y techos, que están más fríos que la temperatura del aire, existiendo de este modo la posibilidad de daños de los materiales de construcción, así como causando malos olores y moho en los espacios poco ventilados. Para evitar posibles crecimientos de moho y/o malos olores, también es importante conocer el punto de rocío interior de una instalación.

Cuando hablamos de punto de rocío interior, estamos hablando de temperatura. Más precisamente, la temperatura que nos indica cuándo es probable que ocurra la condensación en un edificio. En otras palabras, la temperatura a la que se debe enfriar el aire para alcanzar la saturación. Cuanto mayor sea el punto de rocío, más humedad habrá en el aire. El punto de rocío se puede calcular en función de la temperatura del aire y el nivel de humedad relativa.

Se puede concluir que, al poder monitorear los niveles de temperatura y humedad en nuestro hogar u oficinas, podemos comprender mejor y, mejor aún, controlar este aumento y disminución en comodidad y sensación de bienestar. Teniendo esto en cuenta, Sentera desarrolló una amplia gama de sensoresde temperatura y humedad. Las aplicaciones típicas son espacios húmedos como baños y bodegas, pero también cocinas, vestuarios, piscinas, etc. Dado que tanto la temperatura como la humedad son factores determinantes para nuestro bienestar, también nuestros sensores de CO₂, COV y CO/NO₂ miden estos valores.